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Conoces la manera idónea de hacer la distribución de tus productos o servicios. Sigue leyendo y descúbrela…
Con mucho esfuerzo definiste, desarrollaste y sacaste adelante tu producto o servicio. Ahora es el momento de pensar cómo lo vas a comercializar, pues al responder esta inquietud es importante porque, entre otras cosas, es la manera de garantizar la rentabilidad de tu negocio.
Para poder realizar la elección adecuada para tu modelo de negocio, empecemos conociendo e identificando cómo funcionan los canales más habituales para efectuar ventas:
Canales de venta
En esta línea, podemos resaltar 3 de los canales existentes más populares para interactuar con los clientes:
1. Venta tradicional
Son las ventas tradicionales que se dan en un establecimiento físico, tienda, local etc. Aquí, el canal principal es el propio espacio al que asisten los clientes para adquirir dichos productos o servicios.
2. Ventas por teléfono o telemarketing
El telemarketing es la acción especializada en vender telefónicamente algún producto o servicio. Esta práctica implica que el vendedor contacte al cliente potencial con el objetivo de ofrecerle un producto o servicio.
Para llevar las ventas a buen término, es necesario: conocer bien al cliente, realizar las llamadas con personal preparado y contar con un discurso atractivo.
3. Ventas Online
Todas aquellas ventas que se realizan desde portales web, redes sociales y/o envío de mails, por su versatilidad, segmentación y facilidad, tienen alto potencial para desarrollar un sinfín de actividades. Este tipo de venta es ideal para a captar nuevos clientes y también para fidelizar a los existentes.
¿Qué tipo de venta elegir?
Los tipos de ventas existentes solo son válidos para algunas empresas; la inversión que se requiera y la rentabilidad que aporta, por ejemplo, son factores determinantes para elegirlo.
Adicionalmente, encontrar el canal correcto también depende del análisis de comportamiento de los clientes, para lo que necesitarás varias horas e innumerables pruebas y monitoreo de resultados.
Como ves, el éxito de tu estrategia de distribución recae en el análisis y estudio de tu negocio, la competencia y tus clientes. Cuando ya lo tengas claro, no lo pienses más y lánzate… porque, si los clientes no vienen a ti, ve tú a ellos, ¡busca la mejor manera y más eficiente de encontrarlos!
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